Bolsa de Valores de Montevideo

Breve historia

Pocos años después de que el país dejara atrás la Guerra Grande, el enfrentamiento armado que fue cuna del surgimiento a las divisas tradicionales, en 1867 comenzó a operar en Uruguay la Sociedad de Bolsa Montevideana.

La institución surgió con el objetivo de dotar a los principales comerciantes de la época de un punto de reunión diario, a una hora prefijada, dónde tratar sus negocios.

Un prospecto de la época presentaba a la Bolsa de entonces como una palanca de progreso que ponía las empresas al alcance de los pequeños capitales.

En 1921 la Comisión Interna de Corredores pasó a constituirse como una asociación civil sin fines de lucro, por lo que comenzó a funcionar como ámbito de transacciones bursátiles así como el gremio de los corredores.

Más cerca en el tiempo, en el año 1952, esta Comisión pasó a llamarse Bolsa de Valores. En 2004 adoptó la denominación de Bolsa de Valores de Montevideo, hoy devenida en Bolsa de Valores de Montevideo-Uruguay.

Hasta 1928 la antigua sede de la Bolsa de Valores estuvo en las calles Piedras y Zabala, donde hoy funciona la sede central del Banco República.

El edificio actual –ubicado en la emblemática esquina de Rincón y Misiones- se inauguró el 18 de julio de 1940 con la presencia del presidente de la época, Alfredo Baldomir.

Pero lo más destacable de la profusa vida de la institución es el papel que jugó en el Uruguay de fines del siglo XIX y principios del siglo XX, ya que muchos de los grandes emprendimientos que encaró el país comenzaron a gestarse tomando capital del mercado de valores.

Desde la Bolsa de Valores se comercializaron papeles que hicieron posible la construcción de edificios emblemáticos como es el caso del Teatro Solís, la construcción de la Rambla Sur, distintos emprendimientos de la propia Intendencia de Montevideo y hasta la represa de Palmar.

No menos trascendente es que a lo largo de los años, en su recinto se compraron y vendieron acciones de empresas tan importantes en la historia del país como lo han sido Funsa, Fábrica Nacional de Papel, Frigorífico Modelo, Montevideo Refrescos, Tem, Fábricas Nacionales de Cerveza, Salus, Aluminios del Uruguay, Cristalerías, Conaprole y Pamer, entre otras.

Hoy, la Bolsa de Valores de Montevideo-Uruguay transita un proceso que le permitirá seguir siendo uno de los motores que impulsa el desarrollo del país a través de una adecuada canalización del ahorro de los uruguayos.

Los ejes centrales del accionar actual de la institución se asientan en la búsqueda del fortalecimiento del mercado de capitales, el financiamiento de los proyectos de las empresas, la promoción de la inclusión financiera y la creación de instrumentos que permitan el acceso a inversores y público en general al ahorro y al mercado de valores.

Todo esto, sin descuidar su presencia en los mercados de la región, así como desarrollando lazos con organismos internacionales como la CAF -Banco de Desarrollo para América Latina- y con diferentes bolsas de la región integradas en la Federación Iberoamericana de Bolsas.

Como durante toda su trayectoria, la Bolsa basa su accionar en valores fundamentales que se han transmitido de generación en generación y que son el profesionalismo, la confianza, la seguridad y la transparencia.